viernes, 12 de agosto de 2016

CAMPAMENTO NACIONAL JUVENIL ADVENTISTA EN MASAHUAT


La semana de las vacaciones de agosto del año 2016, Masahuat se vio invadido por una carabana de vehículos que sin previo aviso a la población, empezaron a llegar al pueblo en una fila interminable que duró desde las tres de la madrugada hasta por la 4 de la tarde.
Al inicio la gente estaba admirada de ver tanto vehículo, nunca había sucedido algo parecido, ni en los tiempos feriados para las fiestas patronales de marzo.  La población estaba con mucho recelo porque no comprendían lo que sucedía, nadie sabía lo que pasaba. Fue hasta después que tuvieron un poco de información acerca de lo que se trataba, que fueron recuperando la confianza. Las expectativas y la curiosidad era mucha. 

La caravana de vehículos continuaba, pasaba de toda clase de vehículos, desde el más sencillo hasta modelos muy sofisticados y recientes. Pasaban carros, camionetas, buses, camiones llenos de materiales entre ellos mucho bambú, y  canopys, tiendas de campaña y otros. Entraban al pueblo y se dirigían en línea recta por la calle que conduce al cantón El Carmen. El destino final fue, el predio inmediato a la playa al lado derecho propiedad de Rolando Aguirre Mancía.
Según la Alcaldía Municipal, a ellos les llevaron la solicitud de permiso para realizar dicho evento, y ellos solo lo autorizaron.
La Iglesia Adventista del 7º día, realiza un campamento de jóvenes cada año en diferente lugar, este año, decidieron hacerlo en las orillas del Rio Lempa, en la población de Masahuat. El año pasado fue en San Miguel y el antepasado en Tacachico.
Fueron aproximadamente unos 5 mil personas organizados en 174 clubes juveniles de diferentes congregaciones adventistas y lugares del país. Entre las actividades que tuvieron fue la competencia de construcción de estructuras arquitectónicas entre las que se encontraban barcos, castillos y bonitas fachadas de viviendas. Luego fueron calificadas por un jurado calificador y premiaron las mejores estructuras de los jóvenes que sobresalieron este año. Los materiales con los que se construyeron, fueron traídos por ellos mismos.
Cuentan con una buena organización, lo que les ha permitido satisfacer las necesidades elementales durante el tiempo que dura el campamento de todos los participantes. Un sistema de seguridad propio para el control de todo el campamento. Pero además; hay un batallón del ejército nacional dándoles protección en caso de cualquier incidente.
Cuenta Laura Rodríguez, que el día lunes que ingresó la gente, se dio una gran congestión de vehículos como de una hora de duración, enfrente del templo evangélico y la ferretería “El paso”, esto, porque las calles se volvieron insuficientes para la circulación de la cantidad de vehículos que estaba llegando.  
La actividad inició el lunes en la madrugada cuando llegaron las primeras personas para organizar la instalación de la gente, y finalizó el domingo 7 cuando desde la madrugada empezaron a desmantelar el campamento, y cuando amaneció el día regresaron todos a sus lugares de procedencia. 
Dice el dueño de la propiedad, Rolando Aguirre, que debido a la cantidad de participantes, la propiedad sufrió algunos daños como por ejemplo: los cercos de alambre, y el pasto que come el ganado. Razón por la que, de parte de los organizadores del evento le entregaron la suma de 500 dólares para compensar los daños. 

CAMPAMENTO NACIONAL JUVENIL ADVENTISTA EN MASAHUAT



La semana de las vacaciones de agosto del año 2016, Masahuat se vio invadido por una carabana de vehículos que sin previo aviso a la población, empezaron a llegar al pueblo en una fila interminable que duró desde las tres de la madrugada hasta por la 4 de la tarde.
Al inicio la gente estaba admirada de ver tanto vehículo, nunca había sucedido algo parecido, ni en los tiempos feriados para las fiestas patronales de marzo.  La población estaba con mucho recelo porque no comprendían lo que sucedía, nadie sabía lo que pasaba. Fue hasta después que tuvieron un poco de información acerca de lo que se trataba, que fueron recuperando la confianza. Las expectativas y la curiosidad era mucha. 

La caravana de vehículos continuaba, pasaba de toda clase de vehículos, desde el más sencillo hasta modelos muy sofisticados y recientes. Pasaban carros, camionetas, buses, camiones llenos de materiales entre ellos mucho bambú, y  canopys, tiendas de campaña y otros. Entraban al pueblo y se dirigían en línea recta por la calle que conduce al cantón El Carmen. El destino final fue, el predio inmediato a la playa al lado derecho propiedad de Rolando Aguirre Mancía.
Según la Alcaldía Municipal, a ellos les llevaron la solicitud de permiso para realizar dicho evento, y ellos solo lo autorizaron.
La Iglesia Adventista del 7º día, realiza un campamento de jóvenes cada año en diferente lugar, este año, decidieron hacerlo en las orillas del Rio Lempa, en la población de Masahuat. El año pasado fue en San Miguel y el antepasado en Tacachico.
Fueron aproximadamente unos 5 mil personas organizados en 174 clubes juveniles de diferentes congregaciones adventistas y lugares del país. Entre las actividades que tuvieron fue la competencia de construcción de estructuras arquitectónicas entre las que se encontraban barcos, castillos y bonitas fachadas de viviendas. Luego fueron calificadas por un jurado calificador y premiaron las mejores estructuras de los jóvenes que sobresalieron este año. Los materiales con los que se construyeron, fueron traídos por ellos mismos.
Cuentan con una buena organización, lo que les ha permitido satisfacer las necesidades elementales durante el tiempo que dura el campamento de todos los participantes. Un sistema de seguridad propio para el control de todo el campamento. Pero además; hay un batallón del ejército nacional dándoles protección en caso de cualquier incidente.
Cuenta Laura Rodríguez, que el día lunes que ingresó la gente, se dio una gran congestión de vehículos como de una hora de duración, enfrente del templo evangélico y la ferretería “El paso”, esto, porque las calles se volvieron insuficientes para la circulación de la cantidad de vehículos que estaba llegando.  
La actividad inició el lunes en la madrugada cuando llegaron las primeras personas para organizar la instalación de la gente, y finalizó el domingo 7 cuando desde la madrugada empezaron a desmantelar el campamento, y cuando amaneció el día regresaron todos a sus lugares de procedencia. 
Dice el dueño de la propiedad, Rolando Aguirre, que debido a la cantidad de participantes, la propiedad sufrió algunos daños como por ejemplo: los cercos de alambre, y el pasto que come el ganado. Razón por la que, de parte de los organizadores del evento le entregaron la suma de 500 dólares para compensar los daños.