martes, 5 de octubre de 2010

INHUMACION EN ARCATAO



SEPELIO DE NUEVE CADÁVERES EN ARCATAO, CHALATENANGO


El Comité de Memoria de Arcatao con apoyo del Centro Bartolomé de Las Casas y la oficina del IDHUCA, hicieron una árdua lucha por exhumar los restos de sus seres queridos caídos durante la guerra. Todos ellos fueron asesinados al principio de la guerra, cuando la gente todavía no se había dispersado. Estos asesinatos ocurridos en los ataques y envestidas realizadas por el ejército a la población de Arcatao y sus alrededores, dieron como resultado que la gente abandonara el lugar y comenzara su peregrinación de angustia y dolor. Ahora después de 30 años, los sobrevivientes quieren recuperar sus seres queridos y darles una sepultura digna.


El miércoles 28 de septiembre se llevó a cabo en la capilla de la UCA, una misa en conmemoración de la masacre de Arcatao con la presencia de nueve cadáveres exhumados en lo que va del año 2010.  Después de varios días de intensa labor por parte de medicina legal para la identificación de los cadáveres, el día martes 28 finalmente les fueron entregados a sus familiares para que sean enterrados en un lugar apropiado. Los cadáveres pertenecen a los fallecidos: Rafael Rivera, José Adrián Abrego, Israel Flores, Oscar Ortega, Dionisia Serrano, Manuel de Jesús Serrano, Sabas Monge, Juana Serrano R,. Juana Serrano Martínez, quien estaba embarazada, con lo que se hacen 10 cadáveres. En la exhumación realizada encontraron los cartílagos del bebe.



La población de Arcatao se convocó a la entrada de la Villa portando velas, antorchas, entonando cantos y coreando consignas alusivas al momento, para recibir a sus hermanos/as que llegaban en sus ataudes a donde a partir de hoy descansarán en un lugar destinado para los restos de los mártires. Estos no son los únicos restos. Según testimonios de los sobrevivientes, hay muchos cadáveres diseminados en los cerros de los alrededores de Arcatao. Mucho de estos han quedado en terrotorio hondureño, lo que hace más difícil su exhumación, debido a los trámites legales que esto conlleva. La Iglesia Luterana estuvo presente acompañando a los familiares de las víctimas por medio de la representación de la Rev. Blanca Irma Rodríguez.




Los restos fueron sepultados en el Calvario, lugar ubicado en la cuchilla formada por la intersección de las calles que de Arcatao conducen a Honduras y Osicala. Estas exhumaciones constituyen un hecho histórico para el país. Nunca antes se había hecho algo semejante.  Este Comité de Memoria ha hecho camino, ahora otras familias que conocen el lugar donde cayeron sus familiares van a poder seguir los pasos y luchar por la exhumación de los suyos.  


¡QUE DESCANSEN EN PAZ!


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